Sin duda una de las recetas estrella del verano; fresquito, nutritivo y fácil de hacer, a mi me encanta y a los míos también. Ademas como podemos ponerlo acompañado de guarnición le añadimos las proteínas que nos faltan para un alimento completo.
El problema del salmorejo y el gazpacho es el mismo que el de la tortilla de patatas, en cada casa se hace de una forma, con cebolla, sin cebolla, con pimientos, en fin que hay tantas tortillas como personas que cocinan. Pues con el gazpacho y el salmorejo pasa igual, a mi me gusta que sea suave y que el sabor que prevalezca sea el del tomate, así que le pongo poquito ajo y nada de vinagre, porque con la acidez propia del tomate es suficiente.
Ingredientes:
- 1 Kg de tomates maduros y bien rojos
- 200 gr de pan ( cuanto más rústico mejor, con mucha miga)
- 1 ajo pequeño
- 200 gr de aceite de oliva virgen extra, con sabor pero suave, porque si no dejara un regusto amargo que altera el sabor del salmorejo.
- Sal (aquí si que no os puedo decir la cantidad porque yo lo hago a ojo)
Para la guarnición
- Huevo cocido partido en trozos pequeños.
-Pepino partido en dados
-Jamón serrano o ibérico el que tengáis partido en trocitos.
Elaboración.
Pelar los tomates y el ajo. Trocear el pan y poner todo en un vaso de batidora.
Añadir el aceite de oliva y batir bien hasta que la mezcla quede suave y homogénea.
Probar y rectificar de sal si es necesario. Si os habéis pasado con la sal podéis añadir otro tomate.
Para servirlos los colocamos en cuencos y ponemos la guarnición para que cada uno añada lo que más le gusta. Yo os he puesto huevo cocido, jamón y pepino, pero también le viene muy bien un pescado sin espinas partido en taquitos y rebozado o unos taquitos de pollo empanado.
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